30/4/15

Pensamiento biológico -arquetípico-mitológico

En una consulta de bioneuroemoción, para llegar a la comprensión del conflicto y la toma de conciencia necesaria destinada a la resolución del problema causante del síntoma o enfermedad es importante combinar  diferentes tipos de pensamiento:

   Pensamiento biológico: con él es posible identificar el sentido biológico del síntoma, conociendo de este modo a qué tipo de situación se está adaptando el organismo.

   Pensamiento arquetípico: entendido como abstracciones de la realidad, elaboradas a través de la cultura y del lenguaje que conecta el mundo real al simbólico.

   Pensamiento mitológico: entendiendo que los mitos y las leyendas forman parte de nuestro inconsciente.

   Pensamiento transgeneracional: facilitando el conocimiento y la comprensión de los programas del árbol genealógico.

   Y por último pensamiento cuántico: entendiendo que cada persona que consulta proyecta su situación de forma especular y contiene toda la información precisa.                                                                                                             

   (Información extraída del manual “Lecciones Básicas de neuroemoción”. Enric Corbera y Montserrat Batlló.)
                                                                                                                                      
 Amaia Arteaga San Román
                                                                                                                                                 neurobeth.blogspot.com

20/4/15

CARDIOLOGÍA DE HAMER POR FRANÇOIS LEDUC

Hoy me gustaría compartir con tod@s vosotros este articulo publicado por François Leduc, sobre los temas relacionados con el corazón y sus enfermedades. En el, François nos habla de los conflictos subyacentes que hay detrás de la enfermedad coronaria. De como reacciona nuestro corazón antes las situaciones externas, explicándolo de forma clara y sencilla.

 La estructura del músculo cardíaco, llamado miocardio, es controlada por la médula cerebral (sustancia blanca) y proviene del mesodermo nuevo. Por otra parte, su movimiento está controlado por la corteza motora de la corteza cerebral, asociada con el ectodermo. El choque que involucra al miocardio es un gran estrés, en el cual la persona está literalmente desbordada.
Durante la fase activa, el músculo cardíaco se atrofia (necrosis); la persona sentirá una insuficiencia cardíaca al esfuerzo, ya que, al mismo tiempo, la corteza motora está afectada y se producirá lo que en medicina se conoce como paresia −esto es, la ausencia parcial de movimiento voluntario, la parálisis parcial o suave, descrita generalmente como debilidad del músculo− del músculo cardíaco.
La fase activa no tiene significado biológico. Sí tiene lugar, en cambio, durante la fase de reparación, ya que el músculo cardíaco forma parte de los tejidos 'reales' (mesodermo nuevo) y, según el Dr. Hamer, el sentido biológico de estos solo se produce durante esta fase de reparación. Dicho significado consiste, esencialmente, en fortalecer al órgano en caso de una repetición del choque, debido a que los tejidos 'reales' están asociados con el movimiento en la evolución de las especies. Toda especie viva incapaz de moverse adecuadamente sufre el riesgo de ser devorada por un depredador. La crisis epileptoide durante el apogeo de la fase de curación es un infarto, es decir, una crisis de epilepsia del músculo cardíaco regenerado. El objetivo de esta crisis es restablecer la normalidad de la función del músculo cardíaco.
Un infarto de la cámara derecha del corazón va acompañado de una fibrilación cardíaca, calambres del músculo cardíaco y un aumento súbito de la presión arterial en la aorta. También habrá una contracción del diafragma izquierdo que causará una apnea.
Por el contrario, el infarto de la cámara izquierda del corazón va acompañado de una fibrilación cardíaca, una taquicardia y un descenso de la presión arterial. También habrá una contracción del diafragma derecho que causará una apnea.
Para la persona diestra, independientemente de su sexo:
  • cámara derecha del corazón:  gran estrés relacionado con la madre o el hijo.
  • cámara izquierda del corazón: gran estrés relacionado con la pareja.
Para los zurdos, todo lo contrario.
La razón por la cual los criterios de lateralidad (lado madre/hijo o pareja del órgano frente al aplauso biológico) cambian cuando se trata del músculo del corazón es que el corazón sufre una rotación de sus dos cámaras durante el desarrollo embrionario. Con el tiempo, la medicina ha observado cómo, en muchos casos, la necrosis del músculo cardíaco iba acompañada de una o más obstrucciones de las arterias coronarias, y ha concluido que este bloqueo era el responsable de la necrosis del músculo cardíaco −si bien no existe una relación entre ellos, ya que se han presentado muchos infartos sin bloqueos de las arterias coronarias−. Se ha cometido un error, y se sabe, pero el viejo dogma debe ser mantenido...
A este respecto, el decano de la Facultad de Medicina de Viena, un eminente cardiólogo, admitió frente al Dr. Hamer que la cardiología hacía décadas que había perdido el rumbo, pero que ya era demasiado tarde para volver atrás. ¡Es mucho decir!
Veamos, ahora, qué nos lleva a los bloqueos de las arterias y de las venas coronarias:
 

ARTERIAS CORONARIAS


Las arterias coronarias son controladas por el lóbulo temporal derecho de la corteza cerebral y se originan a partir del ectodermo. El impacto asociado es el siguiente:
  • pérdida de territorio en un hombre diestro con un estado hormonal normal;
  • pérdida de territorio en una mujer diestra con el estado hormonal cambiado por la menopausia o las píldoras anticonceptivas;
  • frustración sexual en una mujer zurda con un estado hormonal normal; y
  • frustración sexual en un hombre zurdo con estado hormonal modificado generalmente por la andropausia.
Durante la primera fase, se produce una ulceración de las arterias coronarias, la cual puede estar acompañada por una angina de pecho grave; aquí, el significado biológico estará en la primera fase. La ulceración permite la apertura de la luz (diámetro interior) de las arterias coronarias para que, de este modo, la persona tenga un suministro de sangre adicional y pueda alimentar mejor al corazón, adquiriendo así la energía necesaria para recuperar el territorio perdido o una pareja sexual perdida.
Una vez el choque ha sido resuelto, hay reparación de la íntima (capa interior de la pared) de las arterias coronarias con minerales y, entre otros, con colesterol LDL, que no es más que un "cemento" que garantiza que todas las sustancias de reparación queden juntas. Esto es lo que se conoce como trombo, un coágulo sanguíneo que se forma en un vaso.
En el apogeo de la fase de reparación, que se produce de dos a seis semanas después de la resolución del shock, observamos una arritmia bradicardica (pulsos lentos). Esta arritmia puede estar acompañada, en casos graves, con un paro cardíaco de la cámara  izquierda del corazón (crisis epileptoide), el cual, en el caso de las personas diestras, puede ser fatal si el shock duró más de nueve meses. Los zurdos, sin embargo, debido a su llegada más tardía en la evolución −cuyo objetivo es asegurar su supervivencia en un contexto bastante evolutivo− son protegidos. Este ataque del centro rítmico que controla los latidos lentos del corazón se activa desde el cerebro, y no desde el corazón, momento en el cual se elimina el edema de reparación que se desarrolló en el Foco de Hamer correspondiente durante la fase PCL-A. Erróneamente, este ataque puro es conocido como infarto.
 
VENAS CORONARIAS


Las venas coronarias son controladas por el lóbulo temporal izquierdo de la corteza cerebral y se originan a partir del ectodermo. El choque asociado es:
  • frustración sexual para una mujer diestra en estado hormonal normal;
  • frustración sexual por un hombre diestro con estado hormonal alterado, generalmente por la andropausia;
  • pérdida de territorio por un hombre zurdo en estado hormonal normal; y
  • pérdida de territorio para una mujer zurda con el estado hormonal cambiado por la menopausia o por las píldoras anticonceptivas.
Durante la primera fase, se produce ulceración de las venas coronarias, la cual puede ir acompañada por una angina de pecho moderada, y el significado biológico se encuentra aquí también en la fase activa. La ulceración permite la apertura de la luz (más flujo) de las venas coronarias de tal manera que la persona sea capaz de enfrentar la pérdida de territorio o la frustración sexual. Una vez el shock se ha resuelto, hay reparación de la íntima de las venas coronarias. En el apogeo de la fase de reparación, que se produce de dos a seis semanas tras la resolución del shock, se observa arritmia taquicardia, que en casos graves será emparejada con un paro cardíaco de la cámara derecha del corazón (crisis epileptoide).
La crisis epileptoide de las venas coronarias provoca una liberación de las costras de reparación que se pueden mover dentro de la arteria pulmonar y causar una obstrucción de la misma. Se trata de la embolia pulmonar, la cual se acompaña de un dolor intenso −como "punzante" y con falta de aliento−. La embolia pulmonar puede ser fatal si el choque se prolonga más de nueve meses en las personas diestras. Sin embargo, tal y como se ha mencionado anteriormente, los zurdos −por su llegada mas tardía en la evolución y que tiene como objetivo permitir su supervivencia en un contexto bastante evolutivo− son protegidos.
Este ataque del centro rítmico que controla los latidos rápidos del corazón se inicia desde el cerebro y no desde el corazón, momento en el cual se elimina el edema de reparación que se desarrolló en el Foco de Hamer correspondiente durante la fase PCL-A. Cuando se observa una obstrucción de las arterias coronarias durante un infarto, comprobamos que se produjeron dos choques simultáneos; un primer choque en las arterias coronarias y un segundo en el músculo cardíaco (miocardio).
No hay ninguna relación biológica entre ellos, lo que implica que el desarrollo biológico de uno no es causante del desarrollo biológico del otro. Por lo tanto, en el momento de la crisis epileptoide, hay un ataque epiléptico del músculo cardíaco (infarto puro) junto a un ataque del centro rítmico que controla los latidos lentos del corazón (ataque cardíaco puro).

"Gracias por tu lectura"

13/4/15

Con los cinco sentidos: VAMOS A VER... LA VISTA

Hoy queremos dedicar este artículo al sentido de la vista. Se podría podría decir que, a través de la vista, percibimos gran parte de la información que llega a nosotros. Y, a partir de la frase "una imagen vale más que mil palabras", se deduce la importancia que tiene hoy en día el sentido de la vista en nuestra sociedad. 

Cuando abordamos un problema de visión, sabemos que está relacionado con una emoción de miedo. La persona que tiene afectada su visión es porque vive en un estado de alerta y vigilancia permanente, porque siente que el peligro está presente. Normalmente este conflicto de miedo en la visión se produce a causa de lo que no logramos ver o por repetición de conflictos que vemos y no queremos ver.

Vamos a descubrir qué se esconde detrás de las patologías de la vista más frecuentes:
  • la MIOPÍA: "Veo bien de cerca", porque el peligro lo tengo cerca, o "no veo bien de lejos", que denota que no quiero ver lo que está más lejos, no quiero ver el futuro. 
  • la HIPERMETROPÍA: "Veo bien de lejos", indica que se percibe el peligro lejos en tiempo o en espacio, o "no veo bien de cerca", es decir, no quiero ver lo que está a mi alrededor, cerca de mí. 
  • el ASTIGMATISMO: Se produce una alteración de la visión periférica, es decir, "quiero transformar una parte de la realidad, deformo la realidad".
  • la PRESBICIA o VISTA CANSADA: Se reduce el poder de acomodación del ojo, lo que provoca una dificultad para enfocar de cerca. "No tengo visión de cerca", es decir, no quiero ver lo que tengo delante: "¿qué me va a suceder ahora que voy a...?" Hay un rechazo a acomodarse.
  • el GLAUCOMA: Al aumentar el líquido intraocular, se produce el efecto lupa. La emoción que encierra es: "quiero acercar algo" o "se me ha escapado algo por poco".
  • las CATARATAS: "No me gusta lo que tengo delante de mí", es decir, lo que veo no me gusta y por eso lo cubro con una cortina, para mitigarlo.
  • el ESTRABISMO: Es un problema muscular (desvalorización) que impide fijar la mirada de ambos ojos en un punto. Los ojos enfocan cada uno en una dirección para no ver, algo no debe ser visto.
  • la CONJUNTIVITIS: Se relaciona con una actitud de enfado y frustración con lo que se ve.
  • la CEGUERA: su sentido biológico es huir del peligro en el campo visual. Conflicto de avestruz (esconderse para no afrontar el peligro).
Como siempre, hay que tener en cuenta desde cuando la persona presenta esta patología y analizar la situación que la desencadenó, para así poder llevar a ese momento una nueva información que permita que la persona lo pueda vivir con amor y no con miedo.