Tenemos la sensación de que el
tiempo pasa muy rápido de que todo se nos escapa a una velocidad de vértigo
cuando cumplimos años, o cuando finaliza el año presente.
Esta es la mejor forma de darnos
cuenta de que el tiempo no existe tal y como lo percibimos, simplemente pasan
las horas, los días y los meses igual que
cuando coges un puñado de arena de la playa y suavemente se escurre
entre los dedos de tu mano hasta que desaparece. El pasado desaparece a cada
segundo y el futuro que está por venir cuando llegue siempre será presente.
Y en estos
días me pregunto:
¿Qué pasaría si por un momento
nos convirtiésemos en una empresa que tiene que realizar el cierre anual del
año, revisar entradas y salidas, sacar estadísticas, ver qué objetivos se han
cumplido y cuáles no, si aquella inversión financiera fue productiva o provocó
importantes pérdidas, que aprendimos de la experiencia de arriesgar, que cosas
repetiríamos y cuáles no en el año que está a punto de empezar? ¿Hasta donde
hemos llegado en nuestro objetivo de evolución?
Son muchas las cosas que
tendríamos que mirar y aunque las personas no somos una empresa te propongo una idea.
Detente por unos minutos, tú
decides cuantos tan solo es un juego, eso sí, un juego de valientes, de
ganadores. Te atreves? Si? Empezamos:
Cierra los ojos e imagina que te
das la vuelta y detrás de ti puedes ver un libro, es precioso. Ves el
maravilloso color de la piel que lo envuelve, es una piel suave y al tiempo lo
protege con fuerza para que no se dañe su interior, puede que tenga hermosos
grabados de oro y tal vez alguna piedra preciosa incrustada. Lo ves?. Al
abrirlo le das un primer vistazo y descubres que hay 357 hojas llenas y quedan
9 en blanco. Las hojas están repletas de
palabras y algo te resulta curioso, la
letra cambia, su color es distinto en algunas páginas y unas andan muy llenas
escritas hasta los bordes y otras tan solo unas pequeñas frases. En cada página
encontraras historias diferentes, tal vez alegres o tristes, monótonas o
divertidas, vas encontrar de todo incluso lo que no recuerdas, todas tus
experiencias vividas este año, todas, todas, todas, lugares , personas, familia
,amigos, trabajo, emociones, amores , ilusiones……
Parece la historia de otra
persona, pero no, es la tuya, es lo que has vivido en este año y llega el
momento de sacar papel y lápiz, sacar cuentas y hacer el cierre anual. Para no
perdernos un año más de nuestra vida sin saber hacia dónde vamos, tenemos que
saber que hemos hecho y experimentado, que nos gusta y que no, que quiero
cambiar. Es un momento de reflexión interior. No se trata de fijar metas
inalcanzables que nos lleven a frustraciones de nuevo si no de aprender que y
como queremos vivir el año que empieza. De vivir el presente con una nueva
conciencia en tu día a día.
Cuando termine esta cuenta atrás
cerraras tu libro he iras a dejarlo en la estantería que reserva el hueco
perfecto para él y tal vez descubras que allí hay un montón de libros preciosos
de todos los años de tu vida y tomes conciencia de que tienes el poder cambiar,
aprender, desaprender y decidir cómo será tu próximo año, 365 páginas en blanco
esperando a ser diseñadas y coloreas.
Tú eres el autor, tú imaginas tú
historia y tú la creas….
Carolina Vidal Gasó
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