12/1/15

Con los cinco sentidos: EL PODER DEL OLFATO

Si habéis tenido ocasión de visitar el Bazar de las Especias de Estambul o cualquier zoco de algún país árabe, solo tenéis que cerrar los ojos y seguro que vuelve a vuestra memoria esa mezcla de aromas tan característico.

¿Cómo es posible recordar un olor?

La respuesta es simple. Para nuestro inconsciente no existe el tiempo. Esa imagen que vemos al cerrar los ojos, nos transporta al momento, a la situación vivida no importa cuando. Para nosotros esa situación vuelve a ser presente. Y con ella vuelven a nosotros todas las sensaciones vividas (olores, sonidos, luz, emociones...). 


¿Cómo funciona el sentido del olfato?

Las células especializadas que hay en la cavidad nasal reciben los estímulos procedentes de las partículas odoríferas transportadas por el aire, los nervios olfatorios transmiten los estímulos al cerebro, donde las señales pasan a lo largo del tracto olfatorio hacia varias zonas del cerebro, y las células nerviosas de los lóbulos temporales interpretan los estímulos.


Los diferentes olores actúan provocando efectos profundos en nuestro comportamiento, estado de ánimo y funcionamiento del cuerpo. Asociamos los olores a emociones, ya que el olfato está conectado con el sistema límbico, que relaciona memoria y emociones. Cada vez que percibimos un olor, revivimos la sensación que nos produjo la primera vez. Sobretodo recordamos aquellos olores que más nos impactaron. Ya sea para bien (aromas que nos gustan): ese olor a las lentejas de la abuela que nos hacen revivir la infancia, el olor de un bebé, el perfume de la persona que amamos, el olor a hierba mojada después de la lluvia, el café recién hecho... O para mal (aromas que nos desagradan o incluso ante los cuales reaccionamos con rechazo, ya que las percibimos como un peligro, como en el caso de las alergias): olor a humedad, flores en primavera, perfumes...  

Desde la Bioneuroemoción, cuando alguien reacciona con rechazo ante un olor, relacionamos esa reacción con una emoción reprimida, que nuestro organismo se encarga de expresar en forma de síntoma (alergia, rinitis...). Para poder desbloquear esa emoción oculta que la persona no se permitió expresar en ese momento, llevamos al cliente a esa situación para permitirle que la exprese y así su inconsciente pueda liberar esa relación entre olor y emoción.

Los síntomas son oportunidades para tomar consciencia que limitamos nuestras percepciones.

Date permiso para liberar y así poder disfrutar de los aromas que te brinda la vida.


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