¿Qué es tomar Conciencia?
Cuando encontramos las emociones reprimidas, que estaban
ocultas en nuestro árbol, en nuestro
clan, como secretos guardados bajo llave; aquellas emociones que nos han
llevado de conflicto en conflicto a lo largo de nuestra vida y que jamás podíamos
comprender el porqué de aquella
enfermedad, dolor físico, mental o emocional que dirigía de algún modo nuestras
vidas, entonces se nos brinda la oportunidad de liberarlas en un acto supremo
de Conciencia.
Llamamos acto superior de Conciencia a no hacer juicios, ni
razonamientos, a no justificar nada de lo que hemos encontrado en dicha búsqueda.
Sencillamente los expresamos tantas veces como haga falta hasta poder soltarlas,
liberarlas y dejarlas ir.
Será necesario evocar y volver a pasar varias veces por esta
experiencia hasta que el dolor que inspira esta vivencia desaparezca y sea
indiferente.
Cuando pasamos a hacer consciente nuestro programa
inconsciente no podemos ejercer sobre el ningún tipo de reflexión, simplemente dejaremos
que vengan las imágenes a nuestra mente y fluyan como si de una meditación se
tratase, porque de cualquier juicio o reflexión se convierte en una resistencia
de esa liberación. Después de esto el programa se irá degradando, perdiendo intensidad
mientras va saliendo toda carga negativa al exterior.
El recurso utilizado para esta toma de conciencia es la “comprensión”
ya que abre la mente a otros cogniciones,
conocimientos. La comprensión es igual a la toma de conciencia, es darse
cuenta de que ya no hay culpa ni victimismo. Ya no manipulas más en tu vida
simplemente dejas de hacer y encuentras el Recurso de Vida. Para esto es es
necesario un silencio interior, una
quietud mental.
De aquí que la mayoría de veces se recomienda entrar en una
cuarentena (periodo de aislamiento de la situación o personas relacionadas con
el conflicto tratado). Solo en esta quietud encontraras todas las respuestas, dejándote
de ir de emoción en emoción hasta poder soltarlas.
Ahora puedes tender tu Puente
al Futuro, donde de alguna forma vamos a visualizar y sentir como será nuestra
vida dentro de un año, sin ese conflicto, sin esa enfermedad que me
esclavizaba, sin dolor emocional, sintiéndote libre. Y tal vez seamos capaces
de ir más allá y vernos dentro de cinco
años habiendo dejado todas esas cargas atrás ya muy lejanas.
Describirás no prescribirás, pues no hay camino.
Libros recomendados:
El error de Descartes. Dejar ir. Dr.
David R.Hawkins
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