6/1/15

YO APRENDO , TU APRENDES , EL APRENDE...


¿No sería mejor aprender a aprender?
En los años noventa se hablaba de la crisis de la educación igual que hoy hablamos de la crisis política, la crisis de estado o la crisis económica. Ya por aquel entonces sabían que el sistema educativo era caduco y no cumplía la finalidad de preparar a la personas para la vida o para el trabajo. Este tipo de aprendizaje lleva al fracaso y a la desigualdad social ya que según un estudio de la Unesco, el 60% de los niños matriculados en primaria no finalizaran sus estudios.

Aprender: Adquirir conocimientos de algo por medio del estudio o la experiencia. Tomar algo de la memoria. Concebir algo por meras apariencias o con fundamento. Enseñar, transmitir unos conocimientos.
Si nos quedamos solo con alguna de estas definiciones nos quedaremos cortos y el  aprendizaje no será completo. El aprender debe de ir ligado al pensamiento, a la capacidad de pensar para que el individuo se a libre.
Si echamos la vista atrás no encontramos con la generación de nuestros padres, una época en la que la típica frase para aquellos que tenían el privilegio de poder estudiar era “la letra con sangre entra”. Y si vamos una generación más allá  la de nuestros abuelos, nos encontramos que mayoritariamente la mujer no podía cursar estudios ya que su trabajo básicamente era la dedicación a la familia y el hogar. Y muchos hombres eran sacados del colegio siendo aún niños para trabajar. Esto les provocaba emociones como la rabia, el miedo, la tristeza y sentimientos de impotencia, desvalorización e injusticia entre otros, impactos emocionales que jamás fueron expresados quedando grabados en la memorias transgeneracionales. Estos ancestros no aprendieron a leer o a escribir pero aprendieron a pensar cómo sacar a sus familias adelante, privados de esos aprendizajes. Aprendieron a aprender.
Desde la Bioneuroemoción nos encontramos con padres angustiados porque sus hijos tienen problemas escolares, dislexia, falta de atención, tartamudez o no son buenos estudiantes entre otros y posteriormente llega el fracaso escolar. Si estudiamos detenidamente el árbol genealógico encontraremos la respuesta a esos programas descubriendo las historias familiares que hay detrás y el impacto generacional que ha dejado una huella en el transgeneracional que esta afectando a ese niñ@, tomando conciencia y resolviendo el conflicto.
El aprendizaje ha de ir ligado a la educación emocional y a poder expresar lo que sentimos y como lo sentimos en cada momento. Dirigido hacia la liberación, la expresión, creatividad y expansión de ser.
Solo hay un aprendizaje posible y es aquel que te hace crecer

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