Después de las fiestas navideñas, y de las copiosas comidas que conllevan, todos tenemos buenos propósitos para el año nuevo. Quizás uno de los más habituales sea: "haré dieta".
Es evidente que seguir una dieta equilibrada es muy importante para tener una buena salud, pero todos conocemos personas que siguen una dieta muy saludable y, en cambio, padecen sobrepeso. Y digo "padecen" porque muchas personas viven el sobrepeso como una cruz y necesitan "paciencia" para llevarla a cuestas.
"Hacer dieta" no es nada fácil, y menos para los reincidentes, aquellos que han intentado infinidad de dietas diferentes para conseguir perder peso: la dieta de la alcachofa, la del limón, la de la piña...; baja en proteínas, baja en hidratos de carbono... Por eso, desde aquí, me gustaría ofrecer otra perspectiva para abordar este tema.
Antes de empezar una dieta, estaría bien plantearse cuál es el origen de nuestro sobrepeso. De entrada, es evidente que si comemos demasiado, podemos empezar por reducir nuestra ingesta. Pero si no es así, tendremos que buscar el origen de nuestro sobrepeso en nuestras emociones y creencias.
Ahí van algunas reflexiones sobre posibles causas del sobrepeso:
"¿Cargas más peso del que puedes soportar? ¿Llevas cargas familiares o cargas laborales?"
"¿Para qué necesitas más volumen? ¿Para ser visto? ¿Para que te tengan en cuenta? ¿Para parecer más fuerte? ¿Para no sentirte inferior a otros? ¿Te desvalorizas?"
"¿Necesitas tener reservas porque tu sensación es de carencia? ¿Almacenas por miedo a que te falte?"
"¿Te sientes abandonado y por eso te proteges a ti mismo/a poniendo en tu cuerpo más quilos (grasa o líquidos)?"
Solo son algunas preguntas de muestra. Aquí te dejo este vídeo para que sigas profundizando...
Eva Camarena San Juan
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